Más árboles para Bogotá
Más de la mitad de la población mundial reside en áreas urbanas, Colombia no es ajena a dicha tendencia mundial, según el Departamento de Economía y Asuntos Sociales de las Naciones Unidas (2015), se estima que para el año 2050 en nuestro país el 84.3% de la población vivirá en pueblos y ciudades. A esto se suma que para el 2030 las proyecciones señalan que Bogotá ocupará el puesto número 32 en el ranking de las megaciudades a nivel global.
Es así como estos megasistemas se enfrentan a desafíos cada vez mayores, entre ellos, los que están relacionados con la reducción en la oferta de bienes y servicios ambientales como una dinámica propia de la urbanización que incrementa los impactos negativos principalmente en la salud. Es indudable que varias de las acciones para mejorar la calidad de vida se presentan con el fortalecimiento de las áreas protegidas, además de la existencia de un espacio público efectivo suficiente y de calidad, donde se fortalezcan procesos de restauración, recuperación y/o rehabilitación mediante la siembra y mantenimiento de individuos arbóreos.
De acuerdo con el Observatorio Ambiental de Bogotá, para el año 2016 la ciudad contaba con 15.790 árboles por cada 100 mil habitantes. Esto significa que existen 0,15 árboles por habitante, es decir, que tenemos un solo árbol para 6,6 habitantes. Esta cifra difiere considerablemente de la recomendación efectuada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que es de un árbol por cada tres habitantes. Es casi imposible pensar en mitigación y adaptación al cambio climático en Bogotá, sin tener en cuenta la imperiosa necesidad de suplir el déficit de árboles que existe en la capital. Curiosamente algunas acciones efectuadas desde la administración distrital expresamente van en contra de este propósito.
El Concejal Celio Nieves Herrera del Polo Democrático Alternativo recuerda la infortunada Resolución de la Secretaría Distrital de Ambiente que autorizó la tala de 350 árboles que forman parte del denominado “Bosque de Bavaria”, sin tener en cuenta que en la Localidad Kennedy, de acuerdo con el IDEAM (2016), se ha registrado el promedio anual más elevado de material particulado entre todos los sitios de monitoreo de la calidad del aire en Colombia. Aunque Bavaria S.A. pagará la compensación obligatoria por la tala (Artículo 20 del Decreto 531 de 2010) con una suma que asciende a los 169 millones de pesos, se espera que estos recursos sean destinados exclusivamente al financiamiento de las actividades de plantación y mantenimiento de la cobertura vegetal del Plan de Arborización del Jardín Botánico, como lo señala el Decreto, más aún si se tiene en cuenta que esta empresa prefirió pagar que restaurar el área talada con nuevos árboles nativos, lo que muestra su interés por urbanizar.
En el Periódico El Tiempo, un artículo publicado en octubre de 2017 menciona que en el espacio público de Bogotá tan solo queda espacio para sembrar 220 mil árboles nuevos, según el Jardín Botánico, pero con ello no sería posible cubrir el déficit que tenemos. Ante esta falta de espacio y árboles, es inaudito que las autoridades distritales estén pensando en urbanizar la Reserva Thomas Van der Hammen donde se podrían sembrar 552.680 árboles en las zonas priorizadas para restauración ecológica.