El sistema financiero colombiano conformado por los establecimientos de crédito (EC), entidades de servicios financieros (ESF) y otras entidades financieras que en su mayoría se han agrupado mediante la figura de conglomerados, obtuvo utilidades que alcanzaron $ 55,5 billones en el año 2020.

En el primer trimestre de 2021, según informe de la Superintendencia Financiera el sistema obtuvo en total utilidades que sumaron $3.7 billones. Para el caso de los establecimientos de crédito que incluyen bancos, corporaciones, compañías de financiamiento y cooperativas financieras tuvieron ganancias totales de $ 2,85 billones,  de este monto el sistema bancario[1] registró lucros por $2.21 billones de pesos. Los Bancos Privados Nacionales que obtuvieron mayores utilidades acumuladas durante el primer trimestre fueron:  Banco de Bogotá $ 689.922 millones, Bancolombia $328.947 millones y Davivienda $ 199.909 millones y los Bancos Privados Extranjeros que alcanzaron cuantiosas utilidades fueron:  GBN Sudameris $ 234.917 millones y BBVA Colombia $187.102 millones. Por su parte, el grupo AVAL el mayor conglomerado financiero del país obtuvo un crecimiento de 25% en el trimestre con una utilidad de $ 792.000 millones y con un incremento del 13% con respecto al mismo periodo de 2020.

Mientras la economía creció 1,1% en el primer trimestre de 2021, el sector financiero creció 4,9%. Según el Banco de la República durante este periodo las condiciones financieras internas continuaron favoreciendo la recuperación de la actividad económica, pues durante 2020, se registró una fuerte demanda por liquidez por parte de las empresas para enfrentar los efectos de la pandemia, demanda que fue atendida por los bancos mediante un incremento significativo de los préstamos comerciales. Las cifras demuestran que en la última década el sector creció por encima del resto de renglones de la economía. Muchos sectores del aparato productivo local decrecieron durante 2020 por efecto de la pandemia COVID -19 mientras que el sistema financiero no presentó cifras de decrecimiento en ningún periodo del año.  En contraste, la Tasa Efectiva de Tributación[2] es una de las más bajas, además es uno de los sectores con más exenciones y deducciones.

Una de las recomendaciones generales de la Comisión de Expertos Tributarios es incrementar una efectiva progresividad del sistema tributario y reducir las distorsiones. Sin embargo, las propuestas de la fracasada reforma no corregía las inequidades frente a los impuestos efectivamente pagados por el sector financiero frente y los efectivamente pagados por otros de la economía.  Por ejemplo, se proponía modificar la tarifa de impuestos sobre dividendos estableciendo el 15% que en comparación con otros países siendo baja. Para el impuesto al patrimonio, se proponían exenciones a las rentas financieras. Otra de las propuestas reducía las tarifas de utilidades por inversiones de capital sobre rentas públicas fijas, beneficiando a fiduciarias de grandes conglomerados financieros.

Ante la noticia de que una nueva propuesta de reforma tributaria será radicada por el Ministro de Hacienda José Manuel Restrepo, se espera que el sector financiero no continúe con los privilegios tributarios con los que hoy cuenta, es necesario que la Tasa Efectiva de Tributación sea más justa, puesto que los altos niveles de utilidades demostrados ratifican  que este sector debe incrementar sus aportes tributarios y no es necesario disminuir la capacidad  de pago de los colombianos que viven de un salario o una pensión  mientras los grandes capitales financieros del país continúan obteniendo cuantiosos lucros y bajas tasas efectivas de tributación.  


[1] Corresponden a Bancos del Sector Privado Nacional, Bancos del Sector Privado extranjero y Bancos del sector Público Primer Piso. El 94% de las utilidades son generadas por los Bancos del sector Privado Nacional y Extranjero.

[2] La Tasa Efectiva de Tributación (TET) se define como el monto de impuestos pagado por una empresa como porcentaje de sus utilidades brutas que mide de forma directa el total de la carga tributaria impuesta.