Uno de los mejores colegios de Bogotá, está al borde del colapso. Las grietas en las paredes, en el piso y en el terreno que lo alberga, hacen que la estructura amenace ruina. En la sede A, donde se presenta el problema, conviven padres de familia, 2.400 estudiantes y cerca de 200 docentes y directivos docentes junto con el personal administrativo.

Desde hace años, la comunidad educativa clama por una solución definitiva. La Secretaría de educación, en varias oportunidades, ha aceptado la urgencia de la obra y se ha comprometido a realizarlas.

Igual ha sucedido en el Concejo Distrital; por ejemplo, cuando con motivo del cupo de endeudamiento, en la administración anterior, se incluyó la partida económica para resolver la zozobra en este colegio, donde la comunidad educativa, para enseñar y aprender, tiene que jugarse la vida, al azar, en un edificio desvencijado.

Tal como lo hice ante las administraciones anteriores, reitero mi llamado a la Secretaría de educación para que tome conciencia de la gravedad de la situación y resuelva los problemas de esta institución. La experiencia nos ha mostrado que no basta con fijar el presupuesto, se requiere voluntad política y celeridad administrativa; también, prever y buscar soluciones a las incomodidades que se van a presentar al funcionar en espacios provisionales y por el cambio de hábitos que de ello se desprende.

Cabe destacar que el Instituto Técnico Industrial Francisco José de Caldas es una de las joyas de la educación Bogotana, por su historia y resultados. Fundado en 1937, goza de una gran reputación haciendo de él uno de los colegios preferidos por los padres de familia y estudiantes, gracias a la idoneidad de sus docentes y cuerpo directivo. Siempre ha figurado en posición excepcional en las pruebas SABER 11, lo que le ha valido múltiples reconocimientos de la Secretaría de educación y el Concejo de Bogotá. En 2012 recibió el premio a la excelente Gestión Institucional otorgado por la corporación Calidad.

Hoy los profesores, estudiantes, administrativos y padres de familia temen por su vida. A pesar de las circunstancias adversas, continúan con sus actividades educativas mientras se derrumba la edificación. El ITI Francisco José de Caldas debe ser rescatado. Se nos está haciendo tarde para salvarlo.