Cada tercer jueves del mes febrero será el “Día Distrital de las Personas dedicadas a las ventas informales, establece reconocimiento y garantía de derechos.
En febrero de 2019, durante la administración pasada, Bogotá veía con indignación las imágenes de las autoridades distritales bañando en productos químicos las empanadas de un vendedor estacionario de la ciudad. Un año después, el Concejo de Bogotá ha aprobado un Proyecto de Acuerdo, de autoría del concejal Celio Nieves Herrera, que dignifica los derechos de estos ciudadanos al declarar que cada tercer jueves de febrero será el Día Distrital de las Personas dedicadas a las ventas informales.
En sesión plenaria del Concejo de Bogotá, en el marco del segundo debate, los cabildantes aprobaron por unanimidad, y se vincularon como coautores, el proyecto de acuerdo 012 de 2020 “Por el cual se declara el tercer jueves del mes de febrero de cada año, como el Día Distrital de las Personas dedicadas a las ventas informales y se dictan otras disposiciones” de autoría del Celio Nieves Herrera, que busca implementar un reconocimiento público a los vendedores informales de la ciudad de Bogotá en donde se enaltezca el Derecho Fundamental al Trabajo en condiciones dignas.
Como lo indicó el autor, la importancia del proyecto no recae únicamente en que se declare un día específico para enaltecer la importancia de las personas que se dedican a las ventas informales, sino en que se establece la obligación de desarrollar una estrategia de inclusión, formalización y regulación de dicha población, que tenga como enfoque prioritario el reconocimiento y la garantía del Principio Constitucional de la Dignidad Humana y del Derecho Fundamental al Trabajo.
En ese sentido, Nieves Herrera recuerda que las personas que se dedican a las ventas informales deben ser especialmente protegidas por el Distrito y por la Nación, pues están sometidas a un doble riesgo. De una parte, deben sortear las difíciles y precarias condiciones del trabajo en la calle, soportando inseguridad e inclemencias climáticas, y de otra, deben soportar las acometidas injustas de muchas autoridades que los maltratan y persiguen, en vez de protegerlos. Por ello, el autor es enfático en manifestar que toda política que se refiera a esta población, debe estar soportada en el reconocimiento del derecho al trabajo en condiciones dignas.
Una de las razones que motivaron la expedición de este proyecto de acuerdo, explica el Concejal, es la necesidad de enviar un mensaje tanto al distrito como a la población, que las ventas informales no son lo mismo que las ventas ilegales, y en ese sentido que los vendedores informales no son criminales. Por el contrario, son una población vulnerable que el estado tiene que proteger.