En debate de control político realizado el día de hoy, 22 de septiembre de 2021, citado por el Concejal Celio Nieves Herrera del partido Polo Democrático Alternativo, se discutió el estado actual de la restauración, recuperación y mantenimiento de las quebradas y canales de nuestra ciudad. Debemos recordar que Bogotá es privilegiada al contar con aproximadamente 487 cuerpos de agua, pertenecientes a las subcuencas de los ríos Torca, Salitre, Fucha y Tunjuelo; tenemos 133 quebradas, 105 canales, 167 drenajes a quebradas, 15 humedales declarados, 30 lagunas y 24 lagos en su mayoría pertenecientes a clubes privados.

Durante el mes de agosto pasado, el cabildante visitó algunas quebradas y canales para verificar su estado e identificar las problemáticas que más las aquejan. Aunque cada una tiene condiciones particulares, los tensionantes ambientales que comparten son invasión de su ronda y Zona de Manejo y Preservación Ambiental (ZMPA) principalmente por procesos urbanísticos no formales, disposición de residuos ordinarios y de construcción y demolición, falta de apropiación por parte de las comunidades vecinas, conexiones erradas y vertimientos directos de aguas residuales.

La administración distrital realiza constantemente el mantenimiento de estos afluentes, intervenciones que se programan de acuerdo con la necesidad; es decir, según su estado de deterioro. Estos mantenimientos, además, disminuyen el riesgo por inundaciones. En el año 2020 reportaron el retiro de un poco más de 123 mil metros cúbicos de residuos en canales, quebradas y estructuras de las cuatro subcuencas de la ciudad, lo cual demuestra que nuestra relación con los ríos no ha cambiado considerablemente desde finales del siglo XIX, pues seguimos pensando que nuestro sistema de drenaje de aguas pluviales es el sitio ideal para depositar residuos, la ausencia de pertenencia hacia estos ecosistemas ha hecho que fueran prácticamente borrados del paisaje urbano.

Todavía hace falta que se expidan los actos administrativos de alinderamiento y/o acotamiento de 24 quebradas, que se concluyan los procesos de adquisición de 240 predios que invaden rondas y ZMPA, no solo para ejecutar obras de saneamiento sino de restauración ecológica, que se fortalezcan los operativos de inspección, vigilancia y control, así como la imposición de sanciones o comparendos a quienes afecten los valores de conservación de estos ecosistemas. Debemos fortalecer las acciones para prevenir que los residuos lleguen a nuestras quebradas y canales desde un contexto educativo y de apropiación. Nuestros canales y quebradas deben ser intervenidos con un enfoque en su renaturalización como ya se ha hecho en ciudades como Madrid y Seúl, su mejora ambiental y ecológica incrementaría la resiliencia, recuperaría los paisajes y atendería correctamente los desafíos de la emergencia climática que enfrentamos actualmente.